Egeria, la bloggera del siglo IV
Hacia fines del siglo IV d.C.
vivió una mujer de origen gallego llamada Egeria. Fue la primera española en
escribir un diario de viajes, la primera en hacerlo mucho antes de que este se
convirtiera en un género literario. Hacia el 381 inició un viaje que duraría,
por lo que se sabe, cuatro años y la llevaría a los confines del Imperio
Romano. Su objetivo, conocer los lugares Sagrados de la Biblia y visitar los
sepulcros de los Santos y Mártires más importante. En aquel entonces Hispania,
y más concretamente la provincia de Gallaecia, pertenecían al Imperio
Romano de Occidente. Era ya una época convulsa en donde los distintos
territorios luchaban por su independencia, pero todavía las calzadas romanas
eran un lugar seguro para los viajeros. Se dice, aunque no hay ninguna certeza,
que era familiar o conocida del emperador español Teodosio.
Es a través de sus escritos como
descubrimos a una mujer piadosa que además aprecia las cosas de la vida y las
comparte con sus familiares y amigos a través de sus cartas y observaciones en
las que podemos encontrar agudeza, observación y humor. Viajera infatigable, no
dudaba en ampliar sus excursiones cuando le hablaban de algún sitio que estaba
cerca y podría resultarle interesante, ni en bajarse de su montura y caminar a
las cimas de las montañas más altas. Escribía en un latín de andar por casa,
con sencillez, donde a pesar de ello se notaba su cultura. Mujer instruida
llevaba consigo libros que le ayudaban a conocer la historia de los lugares que
visitaba, entre ellos, por supuesto, una copia de la biblia.
En aquella época se había puesto
de moda entre las familias aristócratas realizar viajes por el mundo conocido
y no era raro que la viajera fuera una mujer. Era algo así como el
"Eurotrip" que realizan muchos jóvenes hoy en día antes de entrar a la
universidad. Algunas de estas viajeras llamaban la atención por los excesos a los
que incurrían como fue el caso de Poemenia, pariente del emperador Teodosio, de
quién San Jerónimo escribiría:
Hace poco hemos visto algo
ignominioso, que ha volado por todo el Oriente: la edad, la elegancia, el
vestir y el andar, la compañía indiscreta, las comidas exquisitas, el aparato
regio: todo parecía anunciar las bodas de Nerón, o de Sardanápalo. (Egeria 21)
Egeria partió de Galicia y
recorrió el Imperio Romano visitando los lugares Santos que aparecían en la
biblia y que Santa Helena (madre del Emperador Constantino) se había preocupado
por recuperar.
Utilizó el género epistolar como
estructura de su relato, incluyendo, en ocasiones, dibujos de los sitios que
visitaba. Era la bloggera del siglo IV. Lo más asombroso es, como dice Carlos Pascual,
que:
Lo notable es el paladar fino de
viajera "de raza" que sabe detenerse en detalles, degustar el trajín,
al margen de sus piadosos móviles, adelantándose en muchos siglos a la
sensibilidad que llegaría después a cristalizar en sólido género literario. (Egeria 14)
Permaneció mucho tiempo en el olvido y no fue hasta el siglo XIX que fue descubierta a través de unos pergaminos que aparecieron cuando Gina Francesco Gamurrini ordenaba los papeles de la Biblioteca della Confraternitá dei Laici (o de Santa María), en Arezzo (Egeria 11).
Referencias
Egeria. Viaje de Egeria. El primer relato de una
viajera hispana. Edición, prólogo, traducción y notas de Carlos
Pascual. La línea del Horizonte Ediciones, 2017. Kindle.
Curiosidades del viaje de Egeria
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