La época navideña


La época navideña se caracteriza por un maratón de compras, comidas, cenas y eventos. Es cuando quedamos con esos amigos que no vemos en el año, cuando se juntan los eventos de la oficina con los del colegio de los niños, cuando conseguir una mesa en un restaurante es prácticamente imposible y cuando oficialmente intercambios regalos con la familia. Diciembre es el mes del caos, de las calles con un tráfico imposible y colas en los centros comerciales. Muchas veces se nos olvida qué es lo que estamos celebrando y terminando las Navidades, llenos de propósitos que sabemos no vamos a cumplir, nos prometemos que el próximo año seremos más previsores y nos estresaremos menos. 

Viajando me he dado cuenta de que no todos entendemos como Navidades la misma cosa, a pesar de que en los países en que he vivido somos mayoritariamente católicos e hispanohablantes. Mientras que para unos es importante el  día 24 de diciembre otros prefieren el 25. El 31 queremos celebrar la llegada del año nuevo y el día 1 hay quien opta por darse un baño en la playa y quién prefiere pasarlo durmiendo y recuperándose de los excesos de la noche anterior. Tenemos muchas cosas en común pero también muchas diferencias. 

Para los españoles la época navideña comienza el puente de la Constitución, el 6 de diciembre, y acaba el día de Reyes. Nos gusta decorar nuestras casas con Nacimientos aunque cada vez hay más gente que pone su árbol de Navidad que rara vez es natural. Las vacaciones extraoficialmente empiezan con la lotería de Navidad el día 22 y acaban el 7 de enero. Somos feroces defensores de los Reyes Magos aunque Papa Noel empieza a visitar nuestras casas y todos, creyentes y no creyentes, llevamos a nuestros hijos a la cabalgata de los Reyes el día 5 por la tarde. El 31 cenamos en nuestras casas mientras vemos el programa de televisión con sketches humorístico sobre lo que ha pasado en el año. Nos tomamos doce uvas con doce campanadas (las de la Puerta del Sol como en la canción de Mecano) y después de brindar y festejar la llegada del año nuevo nos vestimos nuestras mejores galas y nos vamos a fiestas o a casas de amigos.  

En México los eventos Navideños comienzan con la llegada del mes de diciembre pero se empiezan a decorar las casas en noviembre, cuando se quita el altar de muertos. La temporada navideña se la conoce coloquialmente como el Guadalupe-Reyes porque se supone que comienza el 12 de diciembre con las peregrinaciones a la Basílica por el día de la Virgen y acaban con la llegada de los Reyes Magos, aunque algunos la extienden hasta la fiesta de la Candelaria el 2 de febrero. Los nueve días previos a la Navidad se celebran las posadas, en las casas se ponen coronas de adviento y se enciende una vela cada domingo en preparación a la llegada del niño Jesús. El 25 llega Santa Claus o el niño Jesús (depende de la familia) y las fiestas se extienden hasta la llegada de sus majestades de Oriente el 6 de enero. El 31 de diciembre se comen doce uvas pero no hay campanadas que las acompañen lo cual resulta extraño, ya que no sabes si lo estás haciendo en el tiempo correcto o no. Un año a mi cuñada se le ocurrió cubrirlas de chocolate y todos nos atragantamos intentando comerlas contrarreloj.

En Colombia tienen también posadas previas a la llegada de la Navidad.  El 31 de diciembre queman un muñeco que se llama "Año Viejo" y que representa el año que termina. Se quema todo lo malo para que el año que llega venga lleno de bendiciones. 

En Chile la época navideña coincide con la llegada del verano. El mes de diciembre, a pesar de las altas temperaturas, se decora todo simulando estar en un pueblo en los Alpes. El pobre Viejito Pascuero (Santa Claus en chileno) viste su abrigo invernal encima de sus shorts veraniegos. Para los Chilenos las Navidades acaban el día 25 de diciembre. El 26 era deprimente ver que ya no quedaban decoraciones y empezaban las rebajas. La ciudad se despoblaba y un éxodo de chilenos buscaban playas y lagos donde disfrutar de la época estival. No me entendían cuando les decía que las Navidades no habían hecho más que comenzar. Nunca me acostumbré a pasar las Navidades en verano tomando gazpacho en lugar de una crema caliente de zapallo (calabaza). 




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